Día de la libertad de Prensa en México:
golpe a la democracia
“En el Día Mundial de la Libertad de Prensa pido que cese todo tipo de represión contra los periodistas - porque la libertad de prensa fomenta la paz y la justicia para todos”
António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas
En
México se instituyó el 7 de junio como el día de la libertad de prensa por el
entonces presidente Miguel Alemán Valdés. Internacionalmente la Asamblea
General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de mayo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa en
1993, a recomendación de la Conferencia General de la UNESCO. Como todas las
conmemoraciones que reivindican algún derecho, en esta ocasión es preciso
sensibilizar y hacer conciencia de la importancia de la libertad de prensa para
el ejercicio pleno de derechos y la democracia en las sociedades.
El
artículo 19 del Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos protege el derecho
a la libertad de expresión señalando que comprende la libertad de buscar, recibir
y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de
fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por
cualquier otro procedimiento. A
su vez la Convención Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San José
de Costa Rica" en su artículo 13 tutela también el derecho a la libertad de
expresión, agregando que su ejercicio no puede estar sujeto a previa censura ni
se puede restringir por vías o medios indirectos. Nuestra Constitución protege
la libertad de expresión en su artículo 7º.
La
violencia e inseguridad prevalecientes en el país y la incapacidad y omisión
del Estado mexicano han afectado severamente el ejercicio de la libertad de
prensa en nuestro país, ya sea a través de actos que coartan directamente el
libre ejercicio periodístico –caso emblemático el de Carmen Aristegui que fue
excluida de un medio de comunicación concesionado de manera arbitraria– o por
las condiciones adversas de la labor periodística.
El
Ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez ha advertido que “no se pueden
ignorar las amenazas e intentos por coartar la libertad de expresión que han
convertido a México en uno de los países más peligrosos para el ejercicio del
periodismo” lo que ha limitado la libertad de prensa, derivando no sólo en
autocensura, desplazamiento y exilio de periodistas, sino una fáctica censura
además de las autoridades, por los poderes fácticos principalmente los relacionados
con la delincuencia organizada.[i]
Ante
las amenazas, desapariciones, homicidios y otras agresiones que ha enfrentado
la labor periodística, agravada por la impunidad que prevalece, Rodrigo Santiago
agrega otro tipo de agresiones que se emplean mediante figuras jurídicas que
tienen por objeto inhibir la libertad de prensa.[ii]
Ya
apuntaba Giovanni Sartori que una opinión pública informada es un elemento
indispensable para la democracia para lo cual condiciones que permitan el
ejercicio de la libertad de pensamiento y expresión resultan fundamentales.
Sartori afirma que “la libertad de expresión, la libertad de exteriorizar lo
que pensamos, presuponen una ‘atmósfera de seguridad’. No basta que la libertad
de expresión sea tutelada por el sistema jurídico, también es necesario que no
haya temor”.[iii]
La
indignación y alerta por las condiciones adversas para la libre prensa en
México ha llegado a niveles alarmantes con los últimos acontecimientos: la
ejecución del periodista Javier Valdéz, a la manera de crónica de una muerte anunciada, quien fuera fundador del semanario
Riodoce, corresponsal de La Jornada, autor
de varios libros y merecedor de premios internacionales por su labor periodística;
y, la desaparición del periodista Salvador Adame en Michoacán.
Con
motivo de la conmemoración del día de hoy, la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos ha destacado “la importancia de que los periodistas víctimas de
agresiones y sus familiares ejerzan su derecho a la verdad, para que esos
hechos no queden en la impunidad y puedan conocer la verdad de lo ocurrido,
para tener tranquilidad y alcanzar la paz, ya que del año 2000 a la fecha se
tiene el registro de 127 homicidios de periodistas, 21 desapariciones y 51
atentados a instalaciones de medios de comunicación”[iv] y
ha señalado que el Mecanismo de Mecanismo de Protección a Personas Defensoras
de Derechos Humanos y Periodistas adolece de autonomía administrativa y
presupuestal.
La
frágil y cuestionada democracia en nuestro país, severamente amenazada por la
inseguridad, la violencia, los escándalos de corrupción, elecciones
cuestionadas como la reciente del Estado de México, requiere de un
replanteamiento de las condiciones mínimas para el ejercicio de las libertades
y la vigencia plena de derechos.
Es
preciso que el Estado mexicano adopte las medidas necesarias y suficientes para
garantizar el libre ejercicio del periodismo, y que la sociedad civil acompañe
y visibilice las condiciones en que se ejerza el mismo. Defendamos a quienes
nos defienden, recuperemos nuestras libertades, apropiémonos de la democracia.
[i][i]
González Pérez, L.R., (2015), El estado
actual de la protección a la libertad de expresión en México, Antología de
Textos Jurídicos, 1ª edición, Comisión Nacional de los Derechos
Humanos-Freedom House, México, Tomo I, P. 9.
[ii]
Santiago Juárez, R., (2016), En defensa
de periodistas y defensores de derechos humanos en México, Editorial Tirant
Lo Blanch-Comisión Nacional de los Derechos Humanos, México, PP 39-40.
[iii]
Sartori, G, (1997), ¿Qué es la democracia?,
2ª edición, Editorial Patria-Tribunal Federal Electoral, México, PP. 64-65.
[iv] Comisión
Nacional de los Derechos Humanos, (2017), Comunicado de Prensa DGC/186/17,
visible en: http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Comunicados/2017/Com_2017_186.pdf
consultado el 7 de junio de 2017.